Proponen a los artesanos hornos eficientes y mejorados que podrían reducir hasta 80% el uso de leña

En la ciudad de Areguá, capital del departamento de Central, se llevó a cabo esta mañana el lanzamiento del “Plan Piloto para la implementación de hornos mejorados para alfarería”.

La jornada contó con la presencia del presidente de la República, Santiago Peña, autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y del Viceministerio de Minas y Energía, representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Municipalidad de Areguá, Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Gobernanza de Areguá Ciudad Creativa y los artesanos y alfareros locales.

Con esta iniciativa se busca mejorar la eficiencia en el uso de la biomasa y explorar otras alternativas energéticas. Esto mediante la implementación de nuevos modelos de hornos eficientes y mejorados, entre los cuales se encuentran el horno con bóveda y aislante térmico encamisado, noborigama reducido, horno invertido para gres y hornos eléctricos.

Lo importante, las personas

Al respecto, el jefe de Estado expresó que estamos hablando de personas y de cómo mejoramos su calidad de vida y bienestar con esta iniciativa que le da un valor agregado a esto que es tan nuestro como es nuestra cultura.

“Quiero decirles que desde el Gobierno del Paraguay lo único importante son las personas, no hay nada más importante que las personas, y todo lo que hacemos está en función a cómo mejoramos su calidad de vida”, afirmó.

A su vez, dijo que se puede traer toda la tecnología del mundo, pero si hay algo que no se puede reemplazar es el conocimiento que pasa de generación en generación. “Hoy deseamos que eso no termine. Lo que queremos es que aumente”, al tiempo de destacar que “la artesanía es una de las expresiones más ricas de la cultura paraguaya”.

En otra parte de su mensaje, explicó que en este rubro, se puede demorar varias horas para sacar una pieza única e irremplazable y que la intención es que ese proceso no se frustre por un problema del horno o porque, a veces, no se pueda controlar la temperatura, o por estar buscando madera que muchas veces no sabemos el origen, que puede ser de un árbol nativo que tarda décadas en crecer.

Promoviendo el desarrollo sostenible y los empleos

Entretanto, la ministra Claudia Centurión expresó que desde el MOPC están promoviendo iniciativas que pueden ayudar al desarrollo nacional con el uso de recursos sostenibles y a la creación de empleos dignos.

Añadió que, en principio, la propuesta es trabajar con los artesanos de Areguá como un plan piloto, pero que existe el deseo de que esta etapa sea exitosa y se pueda avanzar en los siguientes pasos para expandir el plan a otras ciudades artesanas como Tobatí e Itá.

“Queremos trabajar en el uso eficiente y racional de la energía con el fin de una producción sostenible que le dará un valor agregado muy importante a las ya valiosas y únicas obras de arte que se caracterizan, aquí en Areguá”, enfatizó.

Eficiencia energética y otros beneficios

Por su parte, el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, mencionó que estudios realizados han demostrado que la utilización de hornos mejorados podrá traer beneficios a la calidad de aire, salud, materia prima, agua, calidad de vida de los artesanos, entre otros.

Alegó que los artesanos alfareros mejorarán su sistema de cocción de las piezas utilizando menos biomasa en sus procesos productivos, aumentarán su calidad de vida y sus productos tendrán mucha mayor competitividad en los mercados.

Con respecto al plazo de implementación del plan piloto, habló sobre un objetivo a corto plazo que son dos talleres a realizarse con los alfareros durante el siguiente mes. “Como dijo la ministra, queremos que toda la experiencia de los artesanos pueda ser volcada en estos talleres y que el producto que saquemos sea lo mejor posible y sea realmente utilizado por todos los artesanos”, indicó.

Por último, resaltó las expectativas de eficiencia y adelantó que se habla de alrededor del 70% u 80% de reducción en el consumo de leña; estimación que será respaldada con mediciones a ser realizadas durante el período de prueba de los modelos seleccionados y que esto es sin contabilizar los beneficios económicos, sociales y ambientales poniendo especial énfasis en la utilización de materia prima procedente de reforestación.